7. El seiscientos de Nélida

        Vuelvo a la carga en este post sobre el Libro Blanco de la Docencia de José Antonio Marina con las reflexiones de Nélida Zaitegi en torno a la profesión de maestro y al sistema educativo. 

        Nos ha tocado comentar la sexta propuesta que hace mención a la necesidad de buscar profesionales altamente cualificados y para ello atraer a la docencia a personas competentes y comprometidas. 

        La competencia está asegurada si se implementasen las medidas antes propuestas por Marina para la formación inicial y continua de los docentes; lo de la motivación, es harina de otro costal. Partimos de una situación lamentable en la muchos docentes opinan que bastante hacen para como se les trata (la Consejería, la sociedad, sus compañeros -que cada uno va a la suya- y los alumnos -que no desean estar en el aula-).

        Sinceramente, ¿están los docentes actuales dispuestos a formarse y comprometerse? ¿A ir a su centro de trabajo, dar sus horas lectivas, tutorías, claustros, reuniones de departamento, guardias y horas de formación; dentro de una jornada de 35 horas y 11 meses de trabajo anual? ¿Estarán dispuestos a recibir en sus centros, formación grupal, gratuita y obligatoria, durante toda su carrera? ¿Estarán dispuestos a que esta formación sea evaluada por otros compañeros y que sus resultados influyan en su salario?  Mucho me temo que no y así la profesión “se vende mal” en sociedad.

        Ahora sí vamos al seiscientos. ¿Os acordáis de los Seat seiscientos de los 60´s y 70´s? Pues el sistema de selección del profesorado, según Nélida Zaitegui afirma, está heredado de aquella época,  es memorístico y legislativo, cuando se precisan otras competencias muy diferentes. Queremos coches eléctricos de última generación y contamos con herramientas  de búsqueda de seiscientos.

Parece razonable dar una vueltita a cómo incorporamos a los nuevos docentes al sistema,sobre todo si planteamos formarles más y mejor durante siete años.

¿Quién enseña a los que enseñan?