19. El tutor ideal.
Cuando se nos planteó el reto en clase de definir las cualidades que entendíamos necesarias en un tutor, aportamos todos muchas ideas y creo que compartíamos la gran mayoría todos. Nos quedó esta representación:
Hoy he vuelto a reflexionar, he mirado el trabajo de otros
compañeros y creo que me quedaría de forma sintética con cuatro cualidades o valores:
- Asertividad: me parece importantísimo saber defender tus derechos y opiniones, siempre que respetes las de las personas que te rodean. Ese punto de justa defensa de tus razones lo valoro mucho personalmente, pues yo suelo tender a no ser muy tajante y minusvalorar mi opinión o derecho para evitar el conflicto.
- Empatía: el ponerte en la piel del otro, detectar a ese alumno que no le salen las cosas bien y se ofusca, al padre que viene temeroso de oír lo que le digas de su hijo o al compañero que está quemado porque ha perdido el control de su clase. Si no sabes leer entre líneas, no vas a poder ayudar de manera efectiva.
- Comunicador eficaz: empezando por saber escuchar y preguntar, debe poder explicarse de manera sencilla, adaptada al interlocutor y asegurándose de ser entendido. Si además es capaz de transmitir esta capacidad comunicativa a sus alumnos, tendrá una herramienta de prevención o resolución de conflictos muy eficiente. Incluyo aquí también la comunicación no verbal que es tan importante tanto dentro como fuera del aula.
- Bondad: creo que las tres capacidades anteriores no sirven de nada si no las ligamos a este valor principal. Diría más, si he de ser recordado algún día por algún alumno, nada me hará más feliz que pensase de mí que era buena gente.
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